Había una chica,que hace ya algún tiempo, andando por la calle, tropezó con un amable señor que la abordó con la excusa de que era muy guapa. Acto seguido, le propuso que podía ser modelo, que tenía cualidades para ello, pero tan solo tenía que acompañarlo a un sitio que él conocía para hacerle unas fotos. La chica, una chica de quince años, aceptó la proposición sin pensar más que en que quería ser modelo, y en que aquel desconocido quizá le podía ayudar en su propósito.. propósito común a muchas niñas de su edad, y habitantes de un mundo de apariencias, y escaparates. Aquel, la llevó a un lugar apartado de su ciudad, aparcó su coche, y empezó a hacerle preguntas sobre ella para romper el hielo. A los cinco minutos, y pasados los preámbulos, se le empezó a ver el plumero al tipo, y la chica, empezó a caer en la cuenta de la encerrona, de que había cometido un error al haberse ido con un desconocido. Por suerte, o digamos por el azar de la vida, apareció una gente por la zona, y al momento, este posible macabro relato, se truncó .El tipo, al ver que no estaban solos,lo pensó mejor, arrancó el coche, y devolvió a la niña a la ciudad.
La chavalita, aquel día pensó que había tenido suerte, y aprendió que no tenía que jugar a ser nada que no pudiera ser, y y menos todavía a irse de paseo sin posible billete de vuelta.
Los niños, aprenden al ritmo de la experiencia....
Los pederastras aprenden al ritmo de la cárcel....
Los abusos a menores, son un a lacra a exterminar...tolerancia -10 para los pederastras.